Nuestra Iglesia tiene desde sus orígenes una larga tradicion de servicio caritativo al hermano pobres y marginado. En sintonía con ella, El Santo Padre, ha decidido asistir de diversas maneras a algunos colectivos necesitados. A modo de ejemplo recientemente mandaba repartir sacos de dormir entre las muchas personas que pasan la noche al raso en el entorno del Vaticano.

Pero su mayor énfasis no se ha encontrado en este campo que podemos llamar caritativo. Entiende que la atención a sistencial ha de ser transitoria. Como dirá en EG 202, "los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, solo deberían pensarse como respuestas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados, y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo ni, en definitiva ningun problema. Cree que lo verdaderamente necesario es resolver las causas estructurales de la pobreza. Quiere ir más allá , a la raiz y secar la fuente que riega el mundo de la desigualdad y la pobreza.